Un fenómeno universal

“De repente, un chico flaquito y sudoroso se escurre en medio del séquito y le grita, llorando: ¡Te amo por ser tú! Ella detiene la procesión, acerca su boca al oído del chico y le dice muy suavemente: Y yo te amo a ti por ser tú. El chico llora aún más fuerte y ella se pierde en el frío” (Brendan Sullivan en Wikén).

Quentin Tarantino planea convertirla en asesina en su nuevo proyecto cinematográfico. Tal vez porque su último videoclip “Telephone”, en el que sale de la cárcel y es “recogida” por la también cantante Beyoncé, ha roto todas las expectativas y es considerado el vídeo más visto en los últimos tiempos en Internet. Los hay que hasta se atreven a compararlo con el mítico Thriller de Michael Jackson. Sin hablar de “Bad Romance”, primer video de youtube en superar las 200 millones de visitas.

La moda es un referente en su propuesta artística. Así, recrea estilos que recuerdan a la Madonna de los años ochenta, al Glam de David Bowie e incluso al ya mencionado Jackson. En el verano de 2008, Christina Aguilera compareció en los premios MTV con el cabello platinado y toques góticos inconfundibles… sólo para fracasar estruendosamente. Fue acusada enseguida de imitarla: de imitar a una cantante novata que entonces apenas si había cumplido tres meses en el mundo de la música pop.

“Cuando iba al instituto era un poco insegura. Los chicos solían burlarse de mí por ser o muy provocativa o muy excéntrica, así que comencé a manejar un perfil bajo. No encajaba en él y me sentía como una fenómeno”, ha dicho más de una vez.

Un fenómeno que ha vendido la friolera de más de quince millones de álbumes y cuarenta millones de sencillos en apenas dos años, sin solución de continuidad. El 20 de junio del 2010, según Wikipedia, “Bad Romance” logró superar las cuatro millones de copias vendidas, convirtiéndola en la primera artista en la historia en tener tres sencillos con más de cuatro millones de copias vendidas. Entre sus éxitos más contundentes figuran, además, “Just Dance”, “Poker Face”, “LoveGame”, “Paparazzi”.

“Ni siquiera Amy Winehouse logra acercársele. Ella es --guardando el mayor de los respetos por el gran maestro del arte pop— una pequeña versión de Warhol: lo suyo es integral y, por cierto, coherente con una era como la que vivimos, en que la autoedición es marca de fábrica para los nuevos creadores. Ella --y he aquí otro factor de su buena salud— excede lo musical y se pasea por el arte, el vestuario, los colores, la puesta en escena, el baile, las citas a otros artistas y la posproducción”, dice de la cantante la crítica Jimena Villegas.

Se llama, en realidad, Joanne Stefani Germanotta, y nació hace 24 años en Nueva York, la llamada “capital del mundo”. No en balde, porque Lady Gaga, más que americana, es ya una ciudadana universal.



Idabell Rosales