El
rap cubano ha estado en la vanguardia artística de la denuncia al racismo en
Cuba en los últimos veinte años. Surgido en los años noventa, este movimiento
musical contestatario ha transitado disímiles vertientes, entre las cuales una
constante ha sido la crítica frontal a la discriminación latente en un país
donde, paradójicamente, a nivel de composición racial, prevalece lo mestizo.
Lo
asegura el rapero Kumar el Sublevao, cubano radicado en Barcelona: “He
defendido la afro-identificación y el reconocimiento del negro como ente
cultural en un país donde a pesar del gran mestizaje que hay y de que grandes
hombres siempre han luchado porque se extingan estas diferencias, aún siguen
vigentes” (http://www.ipscuba.net/index.php?option=com_k2&view=item&id=4800:raza-y-racismo-temas-fundamentales-en-el-rap-cubano&Itemid=5 ).
Una
seña de identidad del movimiento de rap cubano es su composición racial, con
apenas un 5% de raperos definidos como blancos, según refiere la Asociación
Hermanos Saíz (oficialmente reconocida en Cuba). “Esta participación
racialmente definida se aprecia en la cultura hip-hop cubana y condiciona el
notable sentido racial de su discurso”, apunta Yesenia Selier, sicóloga y
ensayista cubana residente en Estados Unidos, en un artículo publicado en la
revista Islas.
“Pocas
obras sintetizan mejor los reclamos y frustraciones articulados por una nueva
generación de intelectuales y activistas preocupados por el tema racial en los
90 que la canción «Tengo», del grupo de rap Hermanos de Causa (integrado por
Soandres «Soandry» del Río y Alexy «Pelón» Cantero)”, escribe el historiador
Alejandro de la Fuente. “Parafraseando un famoso poema de Nicolás Guillén, en
el que el poeta alababa con sinceridad y optimismo los impresionantes logros
del Estado revolucionario en el campo de la desigualdad racial, los músicos de
Hermanos de Causa denuncian la persistencia de prácticas e imaginarios racistas
en la sociedad cubana:
“Tengo
una raza oscura y discriminada. / Tengo una jornada que me exige y no da nada.
/ Tengo tantas cosas que no puedo ni tocarlas. / Tengo instalaciones que no
puedo ni pisarlas” (http://www.nuso.org/upload/articulos/3908_1.pdf ).
Uno
de los trabajos de la última década más enfocados en el tema es el Disco Negro
(2011), del grupo Obsesión, que ganó el premio Cubadisco en la categoría música
rap y que incluso fue presentado por la Agencia Cubana de Rap. El CD, que
consta de doce temas (ocho canciones y cuatro interludios), sin embargo no ha
sido programado en las estaciones radiales cubanas, todas en poder del Estado.
“El miedo al negro”, como reza el ensayo del profesor Juan F. Benemelis
recientemente publicado en Estados Unidos, sigue permeando las actitudes de la
dirigencia blanca en Cuba.
Redacción
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