¿Está fallando el modelo propagandístico del régimen castrista? Algunos acontecimientos podrían hacer pensar que sí. No en vano, en noviembre de 2010 Cuba acogió lo que se ha bautizado con el nombre de “Brigada Internacional de Lucha contra el Terrorismo Mediático”. En paralelo, plataformas procastristas en España intentan obtener fondos de las arcas públicas para financiar proyectos propagandísticos relacionados con la Isla.
Que la imagen internacional del régimen se ha venido abajo desde la muerte de Orlando Zapata Tamayo, en febrero de 2010, es un hecho prácticamente incontestable. Entre los culpables de esta situación estaría, según el régimen, Internet. Y, de hecho, tampoco se equivoca. Cualquier ciudadano puede hoy tomar las herramientas de la Red para poner en circulación información alternativa a la que ofrece el régimen, de forma que resulta mucho más fácil contrastar la versión castrista sobre cualquier aspecto relacionado con Cuba.
La democratización de los instrumentos de producción informativa y divulgación y su bajo coste son una amenaza evidente para el castrismo, que siente como algo se mueve bajo sus pies y que, poco a poco, pierde el control estatal de la elaboración y difusión de informaciones. Esta situación le resulta realmente incómoda, al sentir dinamitada la base de muchos de sus éxitos: la propaganda. Ante este panorama, el régimen percibe que tiene un problema, sobre el cual quiere actuar y, en este sentido, precisa contar con dos elementos imprescindibles: apoyos logísticos en el exterior, además de fondos públicos destinados inicialmente a la llamada “cooperación al desarrollo”.
El Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) está reuniendo apoyos y financiación para organizar una red internacional de soporte propagandístico, a la que llama “Brigada Internacional de Lucha contra el Terrorismo Mediático”. La creación de esta nueva red, que trabajará con el fin de afianzar el poder de los hermanos Castro, reunió, del 15 al 24 de noviembre en Caimito, Cuba, a periodistas extranjeros afines al castrismo. En su convocatoria, el ICAP advierte que “la web se ha acuñado ya como el nuevo escenario de lucha”, y, en este sentido, la organización recuerda que “los primeros meses de este año 2010 han puesto en evidencia el empleo de estas nuevas tecnologías en contra de Cuba mediante una feroz campaña mediática en la que descuellan la mentira, la traición y el deshonor”.
Para la organización de estas jornadas contaron con el apoyo de Cubainformación, un proyecto de propaganda castrista que se ubica en el País Vasco, en España. El periódico español ABC reveló que el propio régimen ha interferido formalmente ante la embajada española en La Habana para que se conceda una subvención a la ONG Euskadi-Cuba, organización que sirve de paraguas a Cubainformación.
Según lo revelado por ABC, la petición que ha hecho llegar el régimen a la delegación diplomática española, en Cuba, expresa la necesidad de que el Ministerio de Asuntos Exteriores dé el apoyo financiero al proyecto de esta organización cuyo objetivo es “contrarrestar la información desvirtuada que se ofrece de Cuba en los medios de comunicación europeos”. La petición se tramitó en octubre, una vez cerrado el primer plazo de la convocatoria abierta y permanente de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), dependiente del ministerio que dirige desde hace pocos días Trinidad Jiménez. La ONG presentó al segundo procedimiento de la convocatoria el proyecto Cubainformación: creación de la red para la información-sensibilización-movilización y solidaridad con Cuba, con un presupuesto de 111,904 euros.
A los activistas cubanos en España les es muy familiar la presencia de estas entidades que, en estrecha colaboración con el régimen, concurren a las convocatorias de cooperación abiertas por ayuntamientos, diputaciones, gobiernos regionales e incluso el central, como es el caso del proyecto de Cubainformación.
“Para recaudación de recursos el régimen tiene desplazado a un montón de funcionarios por todo el territorio español, sacando fondos a nivel de comunidades autónomas y corporaciones locales. Esto es algo que manejan muy pero que muy bien”, ha explicado Rigoberto Carceller, de la plataforma Cuba Democracia ¡Ya! De hecho, en algunas comunidades autónomas, como el caso de Cataluña, la presencia de organizaciones de apoyo al régimen cubano es realmente notoria.
Según algunas relaciones, se pueden encontrar hasta medio centenar de entidades que, bajo la etiqueta de “amigos de Cuba”, trabajan en campañas de apoyo a la dictadura, la mayoría alrededor del área metropolitana de la ciudad de Barcelona. Carceller resalta el “control amplísimo” que tiene el régimen a través del ICAP de todos estos movimientos asociativos en España.
“Sólo basta ver la relación de asociaciones y entidades con las que tiene conexión en territorio español, la mayoría vinculadas a partidos comunistas”, apunta Carceller, resaltando que a menudo estas mismas organizaciones “se desdoblan con mucha facilidad en un montón de entidades de poca militancia, pero que para propaganda y captación de fondos les viene fenomenal”.
Con este tipo de entidades, el régimen tiene afianzada su presencia en el ámbito ibérico, con la colaboración de activistas procastristas muy fieles que se toman con devoción religiosa su implicación con el gobierno de los hermanos Castro. La organización de eventos, como cenas solidarias para recaudación de fondos, la presencia en ferias culturales y eventos sociales en las poblaciones donde están radicadas, son también eficientes acciones de comunicación pública. Otra labor importante es conformar una red esponja que se moviliza para captar el máximo de ayudas y subvenciones públicas, entregadas luego al gobierno cubano. En el caso de Cataluña, por ejemplo, solo con ayudas del gobierno catalán, entidades procastristas ingresaron más de 1,1 millones de euros entre los años 2005 y 2009.
En resumen, el castrismo se ahoga en el nuevo escenario comunicacional que se plantea con Internet. El régimen se encuentra en estos momentos en estado de 'shock' por la explosión de la información alternativa a los canales oficiales, que se produce no solo contra el castrismo sino contra cualquier poder de este mundo. La diferencia con otros es que para la tiranía en Cuba mantener a una gran masa de población desinformada e incomunicada constituye un elemento vital para su supervivencia.
La aparición de mecanismos de reproducción digital de la información es un dolor de cabeza constante que no cesa. El Estado ya no es el único que mueve la información. Esta corre de mano en mano, de pen drive a pen drive. No hay posibilidad de mantener un control absoluto sobre estas comunicaciones, se puede conseguir información on line que después puede distribuirse y consumirse off line, lo que deja sin efecto los esfuerzos de la dictadura por mantener a la población cubana fuera de cobertura y sin conexión a Internet.
Joan Antoni Guerrero Vall
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