Buena Vista Social Blog (Aduana Vieja, 2010) es el primer libro publicado sobre el fenómeno de la blogosfera cubana. Se trata de una colección que recopila ensayos académicos y los une a testimonios inéditos de bloggers y a una cuidada selección de los posts más significativos tanto de blogs escritos desde dentro como desde fuera de la Isla. Pero el proyecto va más allá: es un intento por abandonar el tradicional discurso binario del poder en Cuba y tender puentes a través de un espacio abierto a nuevas perspectivas, nueva voces, estilos y formatos.
Hay una razón de peso para que la blogosfera se reencarne en libro que quizás tenga que ver directamente con el hecho de ser cubana. Consiste en una voluntad de anclar esa ‘isla virtual’ de blogs a un muelle desde donde poder tomar una pausa, echar por un momento pie a tierra para, una vez nombrados, reflejados y reflexionados, seguir hacia delante tejiendo redes virtuales. Era necesario que los ensayos académicos, los testimonios y los posts de los bloggers se unieran en algún punto de la ruta para dotar a la nave, si no de una coherencia o de una voz que suene al unísono, sí al menos de una carta de identidad (o bien de un pasaporte, según el cristal con que se mire), al asociarla a fenómenos comunicativos globales. Con este objetivo, la colección se nutre de textos de un total de veinticinco autores, cuyas contribuciones han sido organizadas en siete capítulos en función de las siete temáticas principales que dominan la blogosfera.
En primer lugar, los ensayos académicos incluidos en esta colección cumplen con el objetivo de insertar a la blogosfera cubana dentro del canon de los estudios de comunicación. En ellos están representados pensadores de distintos ámbitos de estudio, desde el mundo del Derecho a la Matemática pasando por la Comunicación y la Economía. Gracias a estas contribuciones se hace público por primera vez un análisis del estado de la blogosfera cubana, en el que trabajaron un equipo de bloggers y cuyos resultados son ahora expuestos por Dagmar Monett. El lector podrá encontrar además acercamientos a este fenómeno que versan sobre la identidad individual expuesta en la red (en el estudio realizado por Isbel Alba), las paradojas que los nuevos medios de comunicación alternativos presentan ante un régimen político socialista como el cubano (el ensayo de Alejandro Barranquero), las posibilidades que Internet abre a la comunicación en Cuba, a los ciberactivistas y a la disidencia (Rafa Rubio, Matías Jove, Ted Henken) o el modo en que el software libre y las herramientas web 2.0 están siendo usadas para crear una red de bloggers cubanos que salva fronteras (Beatriz Calvo Peña).
En segundo lugar, los testimonios se encargan de reflexionar sobre el proyecto de la blogosfera cubana en sus dos dimensiones, la personal y la comunitaria, desde el yo del escritor. Por primera vez, los testimonios de los bloggers encuentran su espacio de intimidad despejados de color, de fotografías, música y vídeos. Sobre el fondo blanco del papel se proyectan las palabras en su íntima soledad, exentas de la tentación cotidiana de abrir una nueva etiqueta, de conectarse a una red social, a un buscador o a una cuenta, de consultar qué está pasando aquí y qué dicen allá.
Los textos parten de una pregunta personal que se les planteó: ¿Qué es para ti escribir un blog? Su misma situación geográfica - algunos escriben desde España, otros desde Cuba, Canadá, Francia, Alemania o Estados Unidos - influye de manera directa en su experiencia diaria. En ello y en la necesidad de conocer más a fondo su propia visión de su trabajo en la red radica el mayor interés de los mismos, entre los que destaca el testimonio inédito de Yoani Sánchez, que da título al libro. Entre los bloggers que han aportado su testimonio personal a esta colección encontramos a Elías Amor, Emilio Ichikawa, Isis Wirth, Willian Navarrete, Aguaya Berlín, Dagoberto Valdés e Ivis Acosta.
Por último, la selección de posts refleja un gran conocimiento de la blogosfera cubana. En ella se ven reflejados diferentes estilos, tendencias y temáticas. Los protagonistas son ahora la intimidad y la nostalgia, la rutina diaria, las calles y ciudades en que cada uno vive, su relación con Internet y con la blogosfera, la política y el ciberactivismo, la identidad personal. Un total de veinte posts sirven para ilustrar el intercambio narrativo que se da en las bitácoras cubanas. Quienes los firman son algunos de los bloggers más destacados y, junto a ellos, otros menos conocidos cuya relevancia radica precisamente en su diferencia: Armando Añel, Mario López, Isbel Alba, Laritza Diversent, Aguaya Berlín, Grettel Singer, Yoani Sánchez, Claudia Cadelo, Jorge Ignacio Pérez, Miriam Celaya, Anidelys Rodríguez Brito, Deyanira Pijuán, Amaury Cabrera y el español José Luis Orihuela con su alegato “Yo acuso al gobierno cubano”.
Los posts, como las aguas en las que se refleja y por las que navega la blogosfera cubana, no son solo el contenido de la blogosfera, ni los que la dotan de una dimensión de realidad. Son la estructura sobre la que se asientan las redes de contactos, la voluntad de conciliación, la invitación al diálogo, las desavenencias y los encontronazos, los acordes y desacuerdos, es decir, el armazón de la sociedad civil cubana.
Beatriz Calvo Peña
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