Cómo seducir a Google con un titular

Una de las formas habituales de ganar tráfico en un blog, y en consecuencia lograr que nuestros artículos, notas e iniciativas lleguen a un público más amplio, es aparecer en los buscadores, fundamentalmente en el buscador más popular, potente y efectivo que existe actualmente en Internet: Google.

Google lee los titulares de los distintos sites, desde periódicos hasta blogs e incluso redes sociales como Facebook, y los almacena constantemente. En el caso de los blogs, si el editor o blogger mantiene una actualización periódica de su sitio, por lo general comenzará a figurar en el buscador de Google ocho o diez semanas, máximo tres meses, después de haber inaugurado la página. Claro está que la competencia es enorme. Los blogs y websites se multiplican incesantemente en la Red, y es preciso hilar muy fino para posicionarse con ventaja en los buscadores. No es lo mismo aparecer en la página uno de Google que en la número diez.

Una forma de hilar fino es reduciendo los titulares de los posts o entradas. Es decir, mientras menos palabras contenga el título de un post, más posibilidades tiene de aparecer en un buscador. Se recomienda, máximo, diez palabras en el titular de una noticia o artículo, aunque esto en ocasiones sabemos que es difícil de lograr.

El otro elemento es el tipo de palabras que incluye el titular. Deben ser precisas y aludir lo más directamente posible al asunto del que se trata. Aquellas palabras que con más recorrido mediático, o con más relación con la actualidad noticiosa, deben tener preferencia sobre las otras. La redacción de un titular debe ser simple y no contener palabras rebuscadas o de uso poco común. Si la noticia se genera en Cuba, por ejemplo, hay que intentar introducir esa palabra, de manera que aquellos internautas que busquen “noticias sobre Cuba” o “lo último de Cuba” tengan más posibilidades de arribar a nuestro blog.

Por último, se recomienda evitar los títulos en mayúscula corrida. Algunos bloggers creen erróneamente que esto va a llamar la atención de los lectores positivamente, pero con frecuencia sucede a la inversa: vende una imagen poco profesional.

Idabell Rosales