3. La protesta musical

En la Cuba posterior a 1959, la música ha sido uno de los principales exponentes de la cultura alternativa. Desde sus mismos inicios, el régimen de los hermanos Castro vio en el estilo de vida de muchos músicos cubanos un mal ejemplo para el modelo de “hombre nuevo” que se proponía edificar, y en La Habana nocturna de los clubes y cabarets un caldo de cultivo ideal para lo que pronto llamó “diversionismo ideológico”. Luego, tras la salida del país de los principales músicos “desafectos al sistema”, y la muerte de otros ―es el caso de Benny Moré―, el auge del rock and roll, con bandas extranjeras como The Beatles y The Rolling Stone, empujó al gobierno a prohibir de facto esta clase de expresión cultural. Así, consecuentemente, las décadas del sesenta, setenta y los primeros años de los ochenta se ven marcadas por la prohibición unas veces, y la persecución otras, del estilo de vida ligado al rock y, en menor medida, el pop, géneros musicales que el castrismo identificó como subversivos. Las minifaldas (todo un símbolo occidental de la moda y de la liberación sexual femenina de la década del sesenta) fueron prohibidas como ejemplo de la “decadente cultura capitalista”, así como el uso del pelo largo en los hombres. “En los sesenta muchos sufrieron cárcel por oír a los Beatles, y ahora John Lennon tiene incluso dedicado un parque en el centro de La Habana; en mi generación te metían preso siendo hombre por vestirte diferente, llevar aretes o el pelo largo, ahora “ya no”; ahora son otras las causas, siempre habrá otras… el poder muda de formas, de representación, para sostenerse a toda costa, pero su esencia y su toxicidad siguen siendo las mismas”, ha dicho el trovador Adrián Morales en entrevista concedida al sitio Efory Atocha.  

El rock alternativo

La prohibición en Cuba del rock and roll anglosajón generó desde bien temprano una respuesta cultural alternativa, con el surgimiento de bandas criollas que interpretaban clandestinamente los hits extranjeros que no pasaban la radio y la televisión cubanas, aunque también piezas de su autoría. Entre otras, cabría mencionar los nombres de dos de las bandas más populares de los años sesenta y setenta (populares dentro del marco underground y semiclandestino en el que les permitía actuar el totalitarismo): Los Kents y Almas Vertiginosas. Muchas de estas agrupaciones fueron disueltas, sus instrumentos musicales confiscados y sus miembros encarcelados o enviados a campos de trabajo forzado, como los de las tristemente célebres UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción). A mediados de los años ochenta el tema “Ese hombre está loco”, que sin mencionar directamente a Fidel Castro aludía a su persona, marcó un hito en el rock alternativo cubano, en la voz de Tanya Rodríguez con el acompañamiento del grupo Monte de Espuma. Más recientemente, a partir de los años noventa, El Patio de María en la Casa de Cultura de Plaza (cerrado en 2003), o la propia Casa de Cultura de Alamar, entre otros espacios periféricos, han acogido conciertos y festivales de bandas de rock, como parte de una estrategia gubernamental dirigida a tolerar bajo vigilancia estas manifestaciones culturales. Entre los grupos más populares en la Isla actualmente pueden mencionarse Zeus, Agonizer, Escape, Combat Noise y Chlover.  

Nueva Trova alternativa

Aunque en Cuba la Nueva Trova constituyó desde sus inicios una expresión cultural “revolucionaria” perfectamente adaptada a los requerimientos publicitarios del régimen en el poder, cabe reconocer a algunos cantautores y agrupaciones que de una forma u otra, esporádica o periódicamente, representaron una bocanada de aire fresco, crítico, en el opresivo panorama de la cultura oficial. Fueron ejemplos de cultura alternativa o Nueva Trova alternativa, en este sentido y sobre todo a partir de los años ochenta ―total o parcialmente―, músicos como Carlos Valera, Frank Delgado, Adrián Morales y Pedro Luis Ferrer, entre otros. Incluso, este último estuvo prohibido a partir de la década de los noventa en la Isla, básicamente en los espacios públicos de mayor difusión. Actualmente el movimiento ha decaído y muchos de sus herederos naturales ―como, por ejemplo, los integrantes del proyecto Habana Abierta― se encuentran fuera del país.  

El punk y Porno para Ricardo

Entre los géneros musicales más subterráneos y antisistema de la historia contemporánea figura el punk ―una derivación contestataria del rock and roll―, cuya presencia en Cuba también ha dado de qué hablar. Recientemente, a principios de 2010, fue asesinado con arma blanca el líder de una de las agrupaciones más representativas del género en Cuba (Eskoria), el cantante y guitarrista William Fabián, sin que hasta ahora el asesino haya sido castigado por el sistema penal vigente. Pero sin duda la banda más contestataria y de mayor proyección mediática del punk cubano es Porno para Ricardo, cuyo líder, Gorki Águila, ha sido encarcelado varias veces. El grupo, fundado en 1998, es uno de los mayores referentes de la disidencia cultural en la Isla y su nombre trata de resumir una filosofía vetada en la Cuba socialista: “el placer (porno) para el individuo (un nombre propio)”. Una de las señas de identidad de la banda lo constituye el descarnado enfoque de las letras de sus canciones, empeñadas en denunciar con nombre y apellidos, pelos y señales, a los protagonistas y las causas de la represión en la Isla. Algo no muy común en Cuba, donde los músicos recurren a la metáfora y el símil para camuflar sus críticas al sistema (el ejemplo por antonomasia de esta corriente metafórica es la ya mencionada Nueva Trova alternativa). “Ricardo ―ha dicho Gorki a propósito del nombre de su grupo― es un amigo, un amigo creativo al que le gusta la pornografía. El nombre del grupo es el contrapunto al lema Patria o muerte, es una oda al placer, es la defensa del individuo frente a los que quieren convertirnos en nada más que masa, en una masa que vive en la miseria. Lo más democrático del régimen cubano es que reparte muy bien la miseria” (entrevista para la web Cuba, Democracia y Vida).  

El insólito caso de un festival independiente en Cuba

El Festival Rotilla, fundado en el año 1998 en la playa de Jibacoa (afueras de La Habana) y que conjugó estilos como la música electrónica, la fusión, el rock y el performance, constituyó un caso sui géneris dentro de los eventos musicales celebrados en Cuba. Lo distinguió su carácter independiente y se estuvo realizando cada año en el mes de agosto, promoviendo y exponiendo durante tres días consecutivos “la gran mayoría de las manifestaciones de la vanguardia artística cubana”. Como han subrayado sus organizadores a propósito de maniobras del régimen tendientes a institucionalizar el evento, “el festival, desde su nacimiento, ha sido administrado de manera independiente por sus fundadores, y sin prácticamente ninguna colaboración de las autoridades cubanas (estado-gobierno). Esa ha sido nuestra política y nuestra posición, queríamos crecer desde nosotros mismos, desarrollarnos y generar un movimiento auténtico dirigido especialmente hacia los jóvenes teniendo muy en cuenta sus verdaderas expectativas y exigencias”. “En su última edición (2010) el festival obtuvo el récord en asistencia de 20,000 personas, colocándose así como el evento más largo en tiempo y de mayor asistencia juvenil dentro la isla”, aseguraron sus promotores, quienes lo cancelaron el pasado año luego de presiones gubernamentales. “El equipo organizador quiere dejar muy claro, y de manera categórica, que este año 2011 se cancela el Festival Rotilla por la violencia ética que han manifestado las máximas autoridades de la cultura cubana”, señalaron en un documento oficial publicado en Internet. Finalmente el festival, considerado la gran fiesta “rave” de la Isla, fue dispersado y sustituido por las autoridades en 2011 con un grupo de conciertos de verano, o “jornadas de música juvenil Verano en Jibacoa”.  

El hip-hop y los raperos

A partir de los años noventa se expande el Movimiento Rap, o Hip-Hop, en Cuba, y casi inmediatamente el régimen cubano, percibiendo el potencial explosivo del mismo, consigue neutralizarlo a través de su institucionalización. Así, se crean los festivales de rap en Alamar (este de La Habana) en agosto de 1995, apoyados por la Asociación Hermanos Saíz (gubernamental). En 1999, el rap es declarado incluso “una expresión auténtica de la cultura cubana” por el entonces ministro Abel Prieto. Posteriormente, se crea la Agencia Cubana de Rap, y en 2002, luego del festival de hip-hop correspondiente a ese año, el Ministerio del Interior (Minint) ordena a la Casa de la Cultura de Alamar revisar las letras de las canciones de los raperos antes del comienzo de los conciertos. Como consecuencia, muchos intérpretes del género se pliegan a las nuevas reglas del juego alterando o adaptando sus composiciones. No obstante, grupos y solistas como Escuadrón Patriota, Silvito El Libre, Los Aldeanos y Maykel Extremo, entre otros, han mantenido viva la tradición contestataria y rebelde que caracteriza al hip-hop.  

Escuadrón Patriota y la nueva filosofía de lucha

Un ejemplo de cómo la cultura alternativa puede constituir un instrumento valioso en la lucha pacífica por la democracia es el disco “La nueva filosofía de lucha”, del Raudel Collazo Pedroso (Escuadrón Patriota), un artista pionero en el “Hip-Hop Conciencia”. El disco forma parte de un proyecto de Ana Olema producido por Champion Records Studio y “hace un llamado a la rebelión espiritual y activa de la Isla de Cuba”. “Como mismo los compositores de himnos de las revoluciones fueron artistas involucrados con su momento histórico, censurados y vilipendiados por el poder regente, así mismo ocurre con la figura de Escuadrón Patriota”, apuntan los promotores del proyecto. “Este disco (La nueva filosofía de lucha) es más que música: es propaganda de resistencia espiritual y cívica para miles de jóvenes cubanos y del mundo que buscan un cambio de su realidad. Necesitamos hacer crecer el proyecto, volverlo sólido para así defendernos de todo ataque del sistema. Queremos hacer las ediciones en CD y Vinilo de manera tal que podamos comercializarlo a gran escala y poder de este modo crear una estrategia sostenible para un generar una serie de acciones cívicas y culturales en torno al disco, de manera que estas acciones se extiendan a lo largo de toda Cuba creando afiches, panfletos, pullovers, manuales y otros productos para distribución gratuita con la finalidad de crear un movimiento cívico pocas veces visto dentro de la Isla”. El proyecto se propone poder financiar en este año 2012 “la producción del disco con la colaboración de las personas a las que realmente le gusta, disfrutan y necesitan esta música. Creemos que el arte y la música también cumplen roles más allá de lo comercial en donde el activismo es una de sus esencias”. Para contribuciones: http://lanuevafilosofiadelucha.tumblr.com/  

Redacción

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