Una entrevista a Luis Eligio / Idabell Rosales

Entre los exponentes más destacados del arte alternativo en Cuba figura actualmente Omni Zona Franca (OZF), colectivo fundado en 1997 en Alamar (este de La Habana) que se define a sí mismo como un “proyecto artístico socio-comunitario”. Desde hace más de una década OZF organiza, todos los meses de diciembre, el festival multidisciplinario “Poesía sin Fin”, que ya se ha ganado una merecida reputación como espacio creativo y de interacción cultural.

Invitados por el Links Hall Center de Chicago y el Grupo Amor Pirata, los integrantes del colectivo estuvieron de gira por Estados Unidos durante la primavera de este año, presentándose en ciudades tan importantes como Chicago, Nueva Orleans, Washington DC, Nueva York y, por supuesto, Miami. En este contexto y a propósito del presente Dossier, Blogger Cubano aprovechó para entrevistar al locuaz Luis Eligio, uno de los fundadores de OZF.

Idabell Rosales. Dado su carácter multidisciplinario, ¿cómo se define Omni Zona Franca y cuáles son sus objetivos artísticos?

Luis Eligio. Nuestro objetivo es el despertar del ser. Pero en este tiempo en Cuba para el despertar del ser hemos debido pasar por el ser político, por el ser social, por la realidad que estamos viviendo, y algunas personas creen que nuestros objetivos artísticos son de un grupo político. Pero nuestra política real es el arte, y nuestro objetivo principal es el despertar del ser. No importa cómo piense, no importa cómo quiera vivir, pero que haya un despertar, porque esa es una situación grave en Cuba y en el mundo.
No somos solamente un grupo para el despertar del ser cubano, sino para el despertar del ser humano.

IR. Se ha hablado de un componente espiritual poderoso en la mecánica del grupo. ¿Ven ustedes lo espiritual como una solución de fondo para el problema cubano o se trata sólo de un modo de hacer artísticamente hablando?

LE. Hemos tenido la suerte de fundar la mayoría de las espiritualidades que han entrado en Cuba en los últimos 20 años. La mayoría de esas espiritualidades son de búsqueda interior, escuelas de misterio, donde vas a aprender cómo estar contigo mismo y conocerte en profundidad. Creo que es el soporte principal de nuestro pensamiento y de nuestra acción. Somos hijos de la “revolución”, somos hijos de las ideas de Fidel Castro, esas ideas emancipadoras, libertarias, internacionalistas, pero hemos aprendido en estos últimos 20 años a ser hijos de la verdad y del espíritu trascendente. Eso está por encima de determinadas verdades de este tiempo. Con eso hemos aprendido que hay una gran diferencia entre lo que se dice y lo que se hace. Y por eso hemos tratado de poner en práctica el hacer, y que el hacer esté conectado directamente al decir, y el decir al pensar. Pensar en línea recta con lo que se dice, hablar rectamente, pensar rectamente y actuar rectamente. Esas tres cosas en armonía. Porque hemos estado padeciendo una nación que durante los últimos 50 años, 100 años, hace algo diferente a lo que dice y dice algo muy diferente a lo que piensa.

En ese sentido lo espiritual es para nosotros una solución de fondo, porque todos somos espirituales, porque pertenecemos a la naturaleza, al universo, no a un sistema político, no a un sistema ideológico, no un hombre o a un deseo civilizatorio. No pertenecemos a la civilización. La civilización es un producto de nuestra mente. Nosotros pertenecemos a la naturaleza en todo caso, y como parte de ella al sistema solar. La Tierra es sólo una explosión del sistema solar. El espíritu es la existencia real, es la primera naturaleza, el motor que nos permite pensar. ¿De dónde viene la energía que nos permite pensar y desarrollar sociedades, guerras, prisiones mentales? Por eso para nosotros la solución está ahí, en que todo ser humano busque en sí mismo y se encuentre en su interior, y sea libre, y sea responsable.

IR. Recientemente se celebró la XI Bienal de La Habana y en la periferia de ese evento fueron incautadas obras de artistas plásticos cubanos residentes en Estados Unidos, de visita en Cuba. ¿En qué medida sigue siendo efectiva la censura cultural en la Isla? ¿Ha cambiado algo con el ascenso de Raúl Castro?

LE. Cuba es un país cerrado, sobre todo para el cubano. Un país administrado con un férreo control de lo que se dice, se escucha, se come… pero Cuba está cambiando por fuerza, y cuando las cosas cambian por fuerza todo el mundo tiene que reacomodarse. La censura cultural bajo Raúl Castro lo que ha hecho es reacomodarse. La estrategia de control es retro, porque volvieron a recurrir a la  misma política de los años setenta, y gran parte del control pasó a manos de la Seguridad del Estado. Yo creo que la censura incluso se ha recrudecido. Las instituciones culturales y públicas están bajo el mando de la policía política, que tiene un abanico de tratamientos para los diferentes casos. Porque no tratan igual a un opositor que a un artista alternativo, aunque el objetivo siempre es el mismo. El cambio ha sido ese. La censura ha pasado de las instituciones culturales a la Seguridad del Estado. Y si vemos a la Seguridad del Estado como un grupo paramilitar, cada cual puede pensar por sí mismo hacia dónde ha cambiado.

La efectividad de la censura no es tal, sobre todo de cara a nuestra visibilidad internacional, producto de que hemos entrado en Internet. Aunque nacionalmente sí, la desinformación sigue siendo fuerte. No es para caer en la desesperanza ni en la depresión, pero es importante que los cubanos nos comuniquemos más y estemos más en contacto dentro de la Isla. Y es importante que perdamos el temor a ser reprimidos por lo que pensamos.

IR. Tras su reciente gira por Estados Unidos y su estancia en Miami, ¿que ha aportado la visión del exilio cubano, y en general de un país con las características de éste, a Omni Zona Franca?

LE. Hay que clarificar qué es el exilio cubano. Estas etiquetas han sido manipuladas. Todos los cubanos que están obligados a vivir fuera de su patria son exiliados. Incluso los que vivimos en nuestro país como si estuviéramos en el exilio.

La visión del exilio en Estados Unidos ha subrayado algo que ya sabía: que todos somos cubanos. Es la visión de que no tenemos nación, o de que la nación está desperdigada por todo el mundo. Y hay algo de lo que no se habla suficientemente, que el cubano en el exilio ha aportado mucho a la cubanidad por el hecho mismo de vivir fuera de su patria.

Hemos descubierto que tenemos que aceptarnos. Que tenemos que comprendernos. Hace falta un reencuentro. Hay generaciones nuevas. Hay circunstancias nuevas. Tenemos que seguir adelante, no podemos seguir enclaustrados en el pasado. No podemos seguir viviendo en un presente tan fatalista. El exilio cubano nos ha hecho entender que eso no puede ni debe continuar. Que tenemos derechos como cubanos a expresarnos y actuar, a sentir y disentir. La libertad está en nuestro interior y tenemos que tomárnosla en serio.

IR. ¿Qué podría hacer el arte que no es capaz de hacer la política de cara a una transición en Cuba? ¿Hay un componente político en el arte de Omni Zona Franca?

LE. Me parece que hay que reacomodar la pregunta. No qué podría hacer, sino qué está haciendo el arte. De cara a una transición no: Cuba ya está en transición. Cuba ya no es sólo Fidel, Raúl, el Partido, la Revolución, el gobierno…  ya ellos no son los únicos que hablan por Cuba. De hecho, han tenido que redoblar sus campañas porque ya hay muchos cubanos con legitimidad y autoridad  hablando por Cuba, y desde posiciones y pensamientos diferentes.

Lo que el arte está haciendo es lo que hace la poesía, que es la esencia de todo arte. La poesía es como el espíritu del arte. ¿Y cuál es la principal cualidad de la poesía? La de unificar. La poesía es capaz de comparar un tornillo con un monte, una mariposa con un automóvil, una llamada telefónica con el viento. La poesía es capaz de unirlo todo y es el alma del arte. Y el arte tiene la cualidad de unificar. Porque vivimos en una Cuba muy desunida, donde no se respeta la diferencia, todo tipo de diferencia. El arte está pugnando por una Cuba inclusiva. Y por más que se reprima el arte y a los artistas, eso no se va a detener. Cuba no tiene otra opción que el respeto a la diferencia. Amén de los censuradores y de los represores dentro y fuera de Cuba (porque hemos conocido aquí a muchos cubanoamericanos que no van a Cuba porque sus padres no se lo permiten). Es decir, que la censura a la unidad funciona dentro y fuera de la Isla. Pero Cuba está pidiendo en estos momentos la unidad de los seres que la habitan. Y cuando la tierra pide, no hay poder superior. La tierra está conectada directamente con el universo y está pidiendo unidad.  Si Cuba puede ser un ejemplo para el mundo, será en ese sentido. Ese será un ejemplo para el mundo entero porque en el mundo entero debemos unirnos. Deben desaparecer las fronteras, las naciones, las lenguas como diferencia. Debe haber una unidad de la raza humana con el universo, con la luz, y eso es lo que el arte está aportando.

Sí, hay un sentido político en Omni Zona Franca, porque la política está como una malla de hierro en el medio de la vida de los cubanos. Y estamos cansados de eso. Pero nosotros no somos políticos, no queremos el poder político ni defender a ningún gobierno. Nos interesa defender la paz espiritual de los seres humanos. Esa es nuestra política: Paz y unidad.

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