El Movimiento Estudiantil Venezolano

El 27 de mayo del año 2007 salió del aire el canal privado de televisión más antiguo de Venezuela, fundado en 1953 y de cobertura nacional: Radio Caracas Televisión (RCTV). Millones de venezolanos contemplaron a medianoche la pantalla ya sin señal del canal televisivo más visto del país, lo que causó un gran revuelo a nivel nacional, multitudinarias marchas y críticas de gobiernos e instituciones alrededor del mundo. El Gobierno del presidente Hugo Chávez había decidido no renovarle su concesión al alegar que se trataba de un medio “golpista”.

La decisión constituyó el detonante de las protestas juveniles, que según varios analistas tuvieron un efecto decisivo en el rechazo del referéndum constitucional de Venezuela en 2007, promovido por el oficialismo con el objetivo de perpetuarse en el poder. De allí se derivó el Movimiento Estudiantil Venezolano (MEV), formalmente iniciado en el 2007 y compuesto por líderes estudiantiles de universidades públicas y privadas de toda Venezuela a favor de la democracia y de la reivindicación de los derechos civiles básicos fundamentales.

Juan Andrés Mejía, líder y fundador del movimiento, ha señalado: “El 25 de mayo de 2007, dos días antes del cierre de Radio Caracas Televisión, un grupo de estudiantes universitarios decidimos organizar lo que pensamos que sería una pequeña protesta al frente de cada una de nuestras casas de estudio. Media hora fue suficiente para comprender que la resignación de unos pocos, era en realidad la inconformidad de miles.

“Las semanas que siguieron al cierre del emblemático canal fueron un proceso de aprendizaje colectivo. Yo en realidad no veo mucha televisión, pero las protestas no eran en contra del cierre de RCTV, eran a favor del derecho a poder elegir nuestro propio destino. Entendimos la inmensa responsabilidad que teníamos no sólo con nosotros mismos sino con todo el país, entendimos que si queríamos un cambio debíamos generarlo nosotros mismos.

“El gobierno subestimó la fuerza de los estudiantes, y con el mismo impulso que decretó el cierre de un canal de televisión, decidió convocar un referéndum para reformar la constitución. Así, sin quererlo, nos tocó movilizarnos para enfrentar una elección que pocos creyeron podíamos ganar”. (http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=869882)

El MEV ha demandado que el gobierno respete el derecho de los estudiantes a manifestarse pacíficamente, el derecho a participar en la cosa pública sin importar la afiliación política y el derecho a la libre expresión. A partir de su fundación, los estudiantes han presentado peticiones a múltiples ramas del gobierno venezolano, incluyendo la Defensoría del Pueblo, la Asamblea Nacional, la Corte Suprema de Justicia, la Oficina del Fiscal General y el Consejo Nacional Electoral.

Según ha asegurado el psicólogo social Leoncio Barrios a la agencia AFP, el MEV logró “imprimir un aire de frescura al movimiento opositor, que tenía una huella muy marcada del pasado… en el imaginario de la sociedad, los universitarios representan la esperanza. Por su propia naturaleza, los estudiantes han sido un movimiento de vanguardia y de oposición”. Barrios considera que el MEV “tiene un nuevo tinte pragmático que se activa en momentos coyunturales”.

Fue lo que sucedió en febrero de 2011, cuatro años después, cuando varios jóvenes comenzaron en Caracas una huelga de hambre frente a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en demanda de la excarcelación de 27 presos políticos y que se permitiera la visita al país del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, para que evaluara la situación de los derechos humanos y visitara las prisiones. Los estudiantes, que denominaron a su protesta “Operación Libertad”, insistieron en que la comunidad internacional “debe asumir una postura más fuerte frente a las violaciones de los derechos humanos en Venezuela”.

“Este movimiento estudiantil incorpora varias esperanzadoras novedades. La primera de las cuales es que es inatacable para el esquema oficial. No tiene pasado; no tiene dirigentes veteranos y, por tanto, frágiles por algún flanco; tiene un lenguaje que va directamente al corazón del asunto cuando demanda libertad de expresión, de manifestación, y, más allá, libertad, sin apellidos; esa que engloba a todas las libertades” (Carlos Blanco en El Universal: http://www.eluniversal.com/2007/06/17/opi_34919_art_tiempo-de-palabra_323451.shtml).

Características del movimiento

Como ha expresado Yon Goicoechea, fundador y quien fuera uno de los líderes del movimiento, la naturaleza del MEV es básicamente cívica. “Como Martin Luther King Jr., nosotros no luchamos en contra de un hombre, luchamos por la reivindicación de los derechos civiles y humanos para todos los venezolanos”, asegura.

“No es que los jóvenes no tuviésemos sentimientos antes el 28 de mayo de 2007, es que ese 28 de mayo explotó lo mucho que sentíamos”, apunta Goicoechea. “Fue ese día, después del cierre arbitrario de RCTV (el canal de televisión más antiguo de Venezuela) que los jóvenes nos encontramos en la calle sin previa convocatoria, como si fuéramos espejos de lo que sentía nuestra gente. No hubo heroísmo ni genialidad, ni siquiera intereses o propósitos ocultos, hubo sólo corazón y patria, sueños rotos y miedo. Ese día tomamos el control de nosotros mismos y vencimos el peor enemigo: el conformismo”.

Una de las características más relevantes del movimiento, de gran valor a nivel práctico, ha sido su capacidad para aunar voluntades y organizarse más allá de la procedencia u origen de cada uno. Líderes como Ricardo Sánchez, de la Universidad Central de Venezuela, David Smolansky, de la Universidad Católica Andrés Bello, o el ya citado Juan Andrés Mejía, de la Universidad Simón Bolívar, entre otros, demostraron que se puede formar un frente común desde la diversidad cuando lo que está en peligro es la democracia, la existencia misma de una ciudadanía independiente.

El MEV ha organizado decenas de marchas pacíficas, con un promedio de 80.000 personas en cada una según El Cabo Institute, dado que se trata de uno de los colectivos civiles con más credibilidad en el país (una encuesta de Datanálisis de este año 2012 colocó a los estudiantes venezolanos, con un 75,8%, en primer lugar en estimación nacional, por encima de la Iglesia, la Asamblea Nacional y los sindicatos, entre otras instituciones y colectivos). “La evidencia documental y visual de la lucha estudiantil prolifera en Internet, aumentando el conocimiento de los esfuerzos de los estudiantes—y de las violaciones que ellos critican— a través de América Latina”, señala un informe de esta organización de estudios públicos.

A cinco años del despertar del liderazgo juvenil materializado en el MEV, éste continúa vivo y clamando por libertad en Venezuela, especialmente por libertad de expresión.

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