No más FARC / Colombia

Internet puede cambiar el mundo. De hecho, ya lo está cambiando. Lo demuestran las decenas, tal vez cientos de movimientos ciudadanos que crecen a su sombra. En este contexto, uno de los ejemplos más destacados de los últimos años es el movimiento “No más FARC” (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), surgido en enero de 2008 en Facebook (http://www.facebook.com/onemillionvoices). De él han dicho numerosos escritores y analistas que demuestra la enorme influencia de Internet en el mundo de hoy y cómo las nuevas tecnologías constituyen un factor a tener muy en cuenta a la hora de interpretar la política y la sociedad actuales.

“No más FARC” (http://www.millonesdevoces.org), también conocido como “Un millón de voces contra las FARC” o “La marcha del 4 de febrero”, constituyó un movimiento de movilizaciones cívicas en distintas ciudades alrededor del mundo, bajo el eslogan “Colombia soy yo”, que se sucedieron en febrero de 2008 contra las acciones de la guerrilla marxista colombiana (atentados con coche-bomba, reclutamiento de niños, siembra de minas antipersonales, desplazamiento forzado, masacres, secuestro de miles de colombianos y extranjeros, etcétera). De hecho, al momento de la movilización mundial, las FARC mantenían secuestrados a más de 750 civiles y militares.

El escritor peruano Vargas Llosa relata así el surgimiento de “No más FARC” en artículo publicado en El País (http://elpais.com/diario/2008/02/10/opinion/1202598012_850215.html):
“Óscar Morales Guevara, ingeniero colombiano de 33 años, apolítico y residente en Barranquilla, irritado con la iniciativa del presidente venezolano Hugo Chávez de pedir a la Unión Europea que retirara a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) de su lista de organizaciones terroristas y las promoviera a la dignidad de guerrillas combatientes, quiso dejar sentada su protesta y se instaló ante su ordenador. Como miembro de Facebook, la más extendida red social de Internet, propuso crear, dentro de este espacio, la comunidad virtual "Un millón de voces contra las FARC". Para ello diseñó un eslogan ("No más secuestros, no más muertes, no más mentiras, no más FARC") y un pequeño texto dirigido "a los colombianos y amigos del mundo" explicando la naturaleza criminal de esa organización que por más de 40 años ha traído pobreza y miseria a Colombia con sus secuestros, negocios con el narcotráfico, asesinatos y atentados ciegos contra la población civil.

“A las pocas horas varios centenares de personas se habían afiliado a su proyecto y en pocos días los adscritos eran millares. Las incorporaciones a la comunidad recién creada llegaron a alcanzar el ritmo de dos mil por hora. Uno de estos entusiastas, Carlos Andrés Santiago, un joven de 22 años de Bucaramanga, sugirió entonces la idea de la Marcha por la Paz del lunes 4 de febrero”.

El alcance de un movimiento

El 4 de febrero de 2008 se realizaron marchas de protesta contra las FARC en todo el planeta, en las que se estima participaron más de doce millones de personas. Previamente, el fenómeno de Internet que le dio lugar había logrado unir en apenas tres días a más de 10.000 usuarios (en menos de un mes el grupo de Facebook reunía en torno a 250.000 seguidores). Según el diario colombiano El Tiempo, la marcha “No más FARC” se llevó a cabo en 193 ciudades de Colombia y del mundo. Las concentraciones internacionales más numerosas fueron vistas en Estados Unidos, España y Francia. La concentración de Bogotá superó el millón de participantes.

Pero el éxito del movimiento no se limitó a la masividad, sino que desempeñó un importante papel humanitario a nivel práctico. Tras ser liberado por la narcoguerrilla, el ex congresista colombiano Orlando Beltrán aseguró que las FARC no fueron indiferentes a la movilización del 4 de febrero y que ello incidió en su liberación y la de tres de sus compañeros. También, el senador del Polo Democrático Alternativo, Gustavo Petro, dijo por entonces que “las liberaciones unilaterales de secuestrados” de comienzos del año 2009 fueron un resultado de la movilización contra las FARC del 4 de febrero de 2008. Como asegura Vargas Llosa en el artículo ya citado:

“No hay precedentes para esta extraordinaria movilización de millones de personas, en cinco continentes, en contra del terror y el embauque políticos encarnados por las FARC. Y, menos, que ella tuviera lugar a partir de un llamamiento de ciudadanos independientes, sin militancia política ni apoyo institucional alguno, guiados sólo por un instinto justiciero y una voluntad pacifista, que consiguió tocar un nervio y sacar de sus casas a gentes de diferentes credos, lenguas, culturas, convicciones, que, protestando contra las FARC, protestaban también contra la miríada de frentes, partidos, iglesias, que, en sus propios países, se arrogan el derecho de asesinar, torturar y cometer las peores violaciones contra los derechos humanos usando como coartada la lucha por la justicia social”.

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