A manera de prefacio: Datos sobre la población afrodescendiente en Cuba


Rostros de Cuba / Luis Felipe Rojas

El último censo oficial cubano, dado a conocer en 2002, señaló que la población afrodescendiente en Cuba, sumando personas de la raza negra y mestizos, conformaría el 34% de la población total. Sin embargo, tres elementos ponen fuertemente en duda la veracidad de estos datos:
1.      La intención de los funcionarios cubanos de maquillar por medio de la estadística el evidente desbalance en las estructuras de poder en Cuba, dominadas por una abrumadora mayoría de personas de la raza blanca (o de lo que se considera en la Isla como tal)
2.      La deficiente preparación de los aplicadores de esta clase de censo en Cuba, que incluso aceptan alegremente la percepción racial que tienen los censados sobre sí mismos
3.      Relacionado con este segundo punto: La percepción de una parte de la propia población mestiza, que se percibe blanca como mecanismo de defensa de cara a una sociedad y un sistema prejuiciados

Resulta además contradictorio, frente a los resultados de este censo, que el propio viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Abelardo Moreno, asegurara en el informe periódico cubano al Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU (CERD, por sus siglas en inglés), en febrero de 2011, lo siguiente: “La población cubana exhibe un variado polimorfismo derivado de la confluencia, interacción e intensos procesos de hibridación entre individuos de diversa apariencia racial: caucasoides, negroides, mongoloides y amerindios”. (http://www.ipscuba.net/index.php?option=com_k2&view=item&id=3524&Itemid=10)
La población afrodescendiente en Cuba está fundamentalmente concentrada en las ciudades, sobre todo en La Habana y Santiago de Cuba, las más pobladas del país. Esto es así porque tradicionalmente las tierras y los medios de producción en Cuba han estado mayoritariamente en manos de personas, familias e instituciones de ascendencia “blanca”, lo cual ha impulsado a negros y mestizos a emigrar a las capitales de provincia en busca de sustento o alguna prosperidad. La llegada al poder de los hermanos Castro, en 1959, no ha hecho más que agudizar esta tendencia. 
Cabe agregar aquí que la población de ascendencia haitiana es significativa en las provincias orientales. Muchos cubanos de origen haitiano hablan español, mientras que otras comunidades hablan creole  (el segundo idioma más hablado en Cuba).
En este contexto, y a manera de recuento histórico, resulta llamativo que:
• Aunque José Martí, el apóstol de la independencia de Cuba, promulgó la idea de que “no hay racismo porque no hay razas”, en la práctica este razonamiento ha servido a la dirigencia blanca cubana para camuflar la discriminación que aún hoy persiste en la Isla.
• Durante el período republicano (1902-1956) se puso en práctica una política de estimulo a la inmigración blanca, a la que incluso se le extendió créditos monetarios
• Respecto a los afrodescendientes, en la Cuba actual los llamados “blancos cubanos” han tenido la ventaja de utilizar su riqueza heredada (automóviles, viviendas, tierras, etcétera) para generar ingresos en el sector económico informal y, más recientemente, en el emergente “cuentapropismo” (pequeñas empresas privadas toleradas por el gobierno). En este sentido, la investigadora Sarah A. Blue apunta en su ensayo The Erosion of Racial Equality in the Context of Cuba’s Dual Economy (Latin American Politics & Society. Volume 49, Number 3, Fall 2007) que las malas condiciones de sus viviendas han limitado a muchas familias afrocubanas a la hora de tomar ventaja de algunas de las formas más rentables de trabajo por cuenta propia en la Isla, es decir, el alquiler de habitaciones a extranjeros o la apertura de restaurantes privados que atienden fundamentalmente a turistas.

Estadística y discriminación

“Más del 60% de los cubanos en la Isla son negros o mulatos y cerca del 80% de los cubanos encarcelados por razones políticas también”, indica un reciente reporte de Jennifer Hernández, Asistente de Investigaciones del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami (http://ctp.iccas.miami.edu).
Según el documento, “el Buró Político del Partido Comunista, el ente de poder en la isla, está compuesto por 15 miembros, de los cuales solo dos son de la raza negra. El Consejo de Estado de Cuba cuenta con 31 miembros de los cuales solo siete son negros. Menos del 10% de los generales más poderosos en Cuba son negros”.
En Cuba, los afrodescendientes reciben poco dinero de las remesas del exilio o la diáspora, “ya que la mayoría de los cubanos fuera del país son blancos”, refiere el texto, que muestra su preocupación “por la profunda división social y económica que se está desarrollando” entre los cubanos de ascendencia africana y los supuestamente blancos.
“Los recientes cambios a las restricciones de viajes de cubanoamericanos a la isla han tenido un impacto involuntario al proveer dinero al régimen de Castro; al igual que dinero, comida y ropa, de manera casi exclusiva”, a familias con ascendencia blanca en Cuba, estima el reporte.
Así, los cubanos de ascendencia europea están recibiendo hasta un 250 por ciento más de las remesas familiares del extranjero que sus vecinos afrocubanos.
Mientras, “el régimen cubano discrimina a los afrocubanos en trabajos dentro de la industria turística. Esto se debe a que cree que los turistas que viajan a la isla prefieren interactuar con personas blancas o de piel clara. De hecho, la mayoría de las personas empleadas en la industria turística son blancas. Esto priva a la población de ascendencia negra de tener acceso a monedas extranjeras”.
El ensayista Enrique Patterson ha hecho énfasis en este particular, asegurando que en el sector hotelero “han desaparecido los negros” para privilegiar a los blancos en el acceso a las propinas. “Es el régimen el que discrimina y pone a familiares en puestos donde pueden encontrar divisas”, ha afirmado, apuntando además que la tasa de desempleo entre los negros cubanos es el doble que en el resto de la población (http://www.elnuevoherald.com/2013/06/06/1493245/castrismo-ha-ahogado-la-voz-de.html).

El liderazgo opositor en Cuba es, en buena medida, afrocubano

El recuento de los principales líderes de la oposición cubana en la actualidad muestra una significativa, si no mayoritaria, presencia de afrodescendientes:
Berta Soler: Damas de Blanco.
Jorge Luis García Pérez (Antúnez): Frente Nacional de Resistencia Cívica y Desobediencia Civil Orlando Zapata Tamayo.
Manuel Cuesta Morúa: Arco Progresista. Proyecto Nuevo País.
Juan Antonio Madrazo: Comité Ciudadano por la Integración Racial (CCIR).
Leonardo Calvo Cárdenas: Vice coordinador nacional del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) y representante en Cuba de la revista Islas.
Guillermo Fariñas: Foro Antitotalitario Unido.
Yris Tamara Perez: Movimiento Rosa Parks por los Derechos Civiles.
Dr. Oscar Elías Biscet: Fundación Lawton.
Damaris Moya: Coalición Central Opositora.
Ángel Moya: Movimiento Libertad y Democracia.
Vladimiro Roca: Partido Socialdemócrata de Cuba.
Sonia Garro: miembro de la Fundación Afrocubana Independiente (encarcelada ya por más de un año).
Ramón Alejandro Muñoz: miembro de la Fundación Afrocubana Independiente (encarcelado ya por más de un año).
Laritza Diversent: abogada independiente y bloguera.

Discriminación institucional abierta

El referido informe de Jennifer Hernández apunta que el intelectual afrocubano Roberto Zurbano “fue destituido de su alto cargo en la editorial Casa de las Américas, controlada por el régimen, por su escrito recientemente publicado en el periódico norteamericano New York Times sobre cómo la revolución no ha mejorado la calidad de vida de los negros”.
En el 2003, destaca también el documento, “Lorenzo Enrique Copello, Bárbaro Leodán Sevilla García y Jorge Luis Martínez, tres cubanos de ascendencia negra, fueron rápidamente fusilados por el régimen de Castro después que intentaran apropiarse de una lancha para escapar de la isla. En el intento no hubo violencia y nadie fue herido”.

Redacción

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